Desde la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Puerto Libertad, el sábado por la noche, alrededor de 500 jóvenes, dieron inicio a la peregrinación al Santuario Santa María del Yguazú, llegando el domingo muy temprano de todas partes con espíritu de Iglesia joven para la primera Misa celebrada a las 6 am.
Luego de la segunda misa, fue el momento para la Santa Misa Patronal celebrada a las 10am con la presencia del Nuncio Apostólico en Argentina, Monseñor Adamczyk Miroslaw, junto al Obispo Diocesano Nicolás Baisi, el Obispo Emérito Marcelo Raúl Martorell, sacerdotes, diáconos, religiosos y fieles.
´´Al Señor Obispo, al Señor Obispo Emérito, a los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, a todos los fieles, a todos ustedes, los mejores deseos. Que Dios conceda de ser felices mensajeros de las buenas noticias, que en la Diócesis no falten vocaciones, que crezca la Fe del pueblo, que todos vivan en la paz con muchas gracias terrenales y celestiales de salud, felicidad y prosperidad´´, auguró el Nuncio Apostólico en Argentina, Monseñor Adamczyk Miroslaw.
Durante todo el día, las celebraciones se desarrollaron en el Santuario, donde los fieles, agradecieron y manifestaron sus intenciones a la virgen Santa María del Yguazú.
LA HISTORIA VIVA
Corría el año 1986 cuando se crea la Diócesis de Iguazú bajo la conducción del Obispo
jesuita Joaquín Piña. Al año siguiente surgió la voz del pueblo solicitando nombrar una
patrona de la Diócesis, protectora del pueblo. Los datos históricos demostraban que en
1626 había existido una reducción jesuítica junto a las cataratas que se llamaba Santa
María del Yguazú, pero de la cual no quedaron restos porque estuvo pocos años. Sus
fundadores fueron los padres Diego Boroa y Claudio Buyer. Esta reducción se trasladó al
sur de la provincia de Misiones donde están actualmente las ruinas de Santa María, cerca
de Concepción, por la persecución de los mamelucos, y porque quedaba muy aislada de
las demás reducciones. Cuando se intentó rescatar de las cenizas el título de Santa Maria
del Yguazú, su imagen no existía más.
Por esto, en un primer momento se pensó en encargar una talla, réplica de alguna de
estas antiguas imágenes jesuíticas, del clásico barroco colonial. Pero parece que la Virgen
no quiso que fuera así. Tal vez porque, lo que hoy pretendemos no es exactamente
reeditar lo que fue, sino crear algo nuevo, aunque en la línea histórica de lo que fue.
Por esto, y de un modo providencial, aparece esta imagen, que es una creación artística,
de un estilo nuevo, original, pero sobre todo autóctona de profundas raíces en la tierra,
como las del tronco de este árbol misionero que se llama cancharana. Don Rodolfo Allou
lo había tallado en 1980, inspirándose en la mujer pobre y campesina, que habita nuestras
picadas. Mujer sufrida con su hijito en los brazos, que acuna y estrecha contra su pecho en
actitud de mucha protección. Sus manos no es que sean tan finas y femeninas,
exactamente como las de la mujer del campo, que tiene que trabajar la chacra. Está
parada, y tiene en sus brazos al Niño, para que todo se centre mejor en el misterio de su
hijo Jesús. El rol de María será siempre llevar a Jesús.
(Fragmento de la obra escrita por la Lic. María Laura Novas ´´VIRGEN SANTA MARÍA DEL YGUAZU: EL SANTUARIO Y LA IMAGEN, TESTIMONIO DE JOAQUÍN PIÑA´´)
Adjuntamos el mensaje del Obispo Nicolás!
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