Santa María del Yguazú, la Virgen morenita, salió a sembrar esperanzas y recoger los ruegos de su pueblo para presentarlos a su Hijo.
Desde hace 34 años, miles de peregrinos llegan en esta fecha a la casa de la Virgen Santa María del Yguazú. El coronavirus del 2020 cambió los planes por lo que la Madre cerró las puertas de su casa en este año y salió ella para visitar a sus hijos.
Bajo el lema Cristo Vive y con María lo anunciamos, la Santa María del Yguazú fue en peregrinación a bendecir la Iglesia doméstica de los hogares en San Antonio, Irigoyen, Dos Hermanas, Pozo Azul, 9 de Julio, Eldorado, Victoria, Mado, Puerto Esperanza, Wanda, Puerto Libertad e Iguazú.
Es tiempo de confianza que nos alienta con una fuerte esperanza en la Vida vencedora de Jesús. Una esperanza viva que no se encierra sino que sale con un corazón grande y solidario para levantar al hermano necesitado.
Para Dios nada es imposible. Con Jesús vencemos en la caridad a los virus del miedo, de la indiferencia, del individualismo para seguir construyendo una Iglesia más justa, fraterna y solidaria guiada por la Virgen Santa María del Yguazú.
La Virgen volvió a Iguazú para otra vez abrir de par en par las puertas de su casa. Ella es la Madre, ella escucha, ella responde al clamor de su pueblo: Santa María, ruega siempre por nosotros tus hijos del norte misionero
