¿Sirve para algo lo que la Iglesia hace para los necesitados?
No entrega bolsines de alimentos a todos. No organiza los Jarros de Leche para todos chicos. No consigue medicamentos ni suficiente ropa para la mayoría de los enfermos. No transformamos tampoco la injusta sociedad...
Nos encontramos con que Jesús tampoco lo hizo: no dio el pan a todos los que tenían hambre, no sanó a todos los ciegos, ni les hizo caminar a todos los paralíticos. Jesús no revivió a todos los muertos ni abrió los oídos a todos los sordos. No echó tampoco a los opresores.
¿Que hace la Iglesia entonces en su tan aclamada opción por los pobres? Cáritas engaña pichanga?
¡Construye signos! Cáritas hace eso precisamente. No hace más ni menos que avisarte cosas por medio de algunas pocas, pero significativas acciones concretas.
Te está recordando, que siempre dependerás de algún otro para salvarte. En otras palabras, para que te des cuenta que vos no te salvas. Serás salvado por un otro, signo preparatorio de ese Otro que te rescatará finalmente en Sus brazos.
Cuando naciste, alguien te rescató en sus brazos y te amamantó. Cuando te vayas, otros llevarán tus restos para que Otro te rescate en sus brazos y te estreche en su corazón.
Son avisos para que te des cuenta que es imposible salvarse sólo.
Caritas es un signo de gratitud en el reconocimiento de que hay un Otro presente que te salva que es mucho más que el vaso de leche y la trincha de pan.
Es la gratitud que algunos no quieren experimentar porque sienten que no es necesario. Sienten que el dinero y la heladera llena son suficientes para salvarse. Al no tener necesidad de abrirse a la gratitud del Otro, no necesitan ser salvados. Ilusión de salvarse sólo, penosa marca de una gran pobreza.
Diácono Dr. Gerardo Vetter
