Se llevó a cabo en el Santuario de Santa María del Iguazú el encuentro diocesano de Diáconos Permanente con el Padre Obispo Nicolás Baisi.
La mayoría de los diáconos se hicieron presentes estando bien representadas las tres zonas pastorales.
Fue muy importante el espacio dedicado a la escucha del relato testimonial de cada diácono sobre su vida, penas, alegrías, su familia y su actividad pastoral.
Las palabras del Obispo ayudaron a tomar conciencia que una actividad de servicio se sostiene en el tiempo únicamente si se tiene algo en compensación. Desde la frustración y el vacío no se puede servir a nadie.
La alegría del servicio diaconal funciona únicamente si existe primeramente la alegría de sentirse servido por Dios. Imposible llevar a ese Dios a otro si primeramente no se tiene la experiencia del amor vivo de Dios.
La Fe, los Sacramentos, la acción de caridad y la oración podrán ser transmitidos por el Diácono como respuesta a lo que él recibió en primer lugar de Dios. Imposible dar lo que no se tiene.
La Misa en la Capilla del Santuario centró en la Eucaristía el testimonio de Santiago quien en su momento no podía entender el significado de la invitación de Jesús a "beber su cáliz" por su ansiedad de ocupar un lugar especial de privilegio cerca del poder según los criterios del mundo.
El almuerzo servido por los hermanos de Iguazú recibió todos los aplausos. ¡Más que merecidos!
